lunes, 16 de mayo de 2011

Los principales gases de efecto invernadero

Los gases de efecto invernadero (GEI) no es solo el dióxido de carbono (CO2), por lo que mucha gente piensa que es el único. Pero hay algunos mas y entre ellos existe alguno con un potencial mayor. Estos son los principales GEI, ordenados de mayor a menor impacto:
-Vapor de agua (H2O): según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC en sus siglas en inglés), supone entre el 36 y el 70 por ciento del efecto invernadero. La niebla, la bruma y las nubes son vapor de agua, y es también el principal subproducto de la combustión de los combustibles fósiles. Y por si fuera poco, el calentamiento global provoca un bucle que se retroalimenta: con unas temperaturas más altas, se produce más vapor de agua, que genera a su vez temperaturas más altas, y a su vez más vapor de agua, etc.

-Dióxido de carbono (CO2): es un subproducto de la respiración celular y de la utilización de combustibles fósiles.
-Metano (CH4): es el principal componente del gas natural y de las flatulencias de las vacas, así como de otras fuentes naturales (como los pantanos o las termitas) y artificiales, como los vertederos. Los científicos reconocen que no entienden del todo el ciclo del metano, por lo que su contribución al problema podría ser incluso mayor.
-Óxidos de nitrógeno (NOx): estos gases se crean de forma natural a partir de la descomposición bacteriana de nitratos orgánicos, por la combustión vegetal o por la actividad volcánica. El ser humano ha provocado un aumento de estos gases, al producirlos para diversos productos industriales y como subproducto de los vehículos motorizados.
-Ozono (O3): el debilitamiento de la capa de ozono hizo famoso a este gas. Por ello, resulta chocante afirmar que su aumento es negativo. En realidad, el ozono no está distribuido de forma equitativa por el planeta. El ser humano ha acentuado las diferencias. Por una parte, en la zona inferior de la atmósfera hay demasiado ozono, que actúa como un potente GEI. Por otra, en la parte superior escasea, lo que se traduce en una menor capacidad para impedir la radiación solar adversa.
-Trifluorometano (CHF3): también conocido como fluoroformo, se utiliza en la fabricación de los chips de silicio y como un supresor de fuego. Es el gas más abundante de los hidrofluorocarbonos (HFC). Permanece en la atmósfera durante 260 años y atrapa el calor 11.700 veces más que el CO2.
-Hexafluoroetano (C2F6): utilizado en la creación de semiconductores, permanece en la atmósfera hasta 10.000 años. Esta longevidad, junto con su capacidad de retener el calor 9.200 veces más que el CO2, ha provocado el interés del IPCC por seguirle de cerca.
-Hexafluoruro de azufre (SF6): gas inerte muy empleado en la industria de la electrónica como aislante. El IPCC lo considera el GEI más poderoso del mundo, con una capacidad de atrapar el calor 22.200 veces más que el CO2.
-Triclorofluorometano (CFC-11): este refrigerante provoca varios efectos negativos en el medio ambiente. Además de retener el calor 4.600 veces más que el CO2, reduce la capa de ozono de forma más rápida que cualquier otro refrigerante, sin olvidar el impacto ambiental del cloro.

La lista podría ampliarse a medida que los científicos estudian más el fenómeno. Es el caso del fluoruro de sulfurilo (SO2F2). Utilizado como fumigante contra termitas, su capacidad como GEI ha sido dada a conocer en marzo por científicos del Instituto Tecnológico de Massachussets (MIT). Tiene una vida útil de 40 años y es capaz de atrapar el calor 4.800 veces más que el CO2. Aunque en la atmósfera sólo se encuentra en 1,5 partes por billón, esta cantidad aumenta en un 5% al año según un reciente artículo publicado en Journal of Geophysical Research.

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